Nombre artístico de Antonio Cruz García. También
conocido en sus comienzos como El Niño de Rafael y Niño de Mairena.
Mairena del Alcor (Sevilla). 1909-Sevilla, 1983. Cantaor. Hermano de
Curro y Manuel Mairena. Hijo de fragüero se inició en la profesión
de su padre y creció en el ambiente flamenco de su familia gitana,
en una de cuyas fiestas cantó por vez primera, hacia el año 20, con
motivo de la estancia en su pueblo natal del bailaor Faíco,
interpretando un tango de Pastora Imperio, de moda por aquellos
días. En 1924 obtuvo el premio del concurso celebrado en Alcalá
de Guadaira (Sevilla), otorgado por un jurado en el que figuraba
Jooquin el de Ia Paula. Debutó en el Kursaal Internacional de
Sevilla, en 1930, acompañado a la guitarra por Javier Molina.
Después de hacer el servicio militar en plazas africanas, se instala
en Sevilla, participando en reuniones y fiestas íntimas en los
colmaos de la Alameda de Hércules y en el Pasaje del Duque. Durante
la Semana Santa de 1933, cantó saetas desde la Tertulia Sevillana,
entidad enclavada en la calle Sierpes, alcanzando un gran éxito, por
lo fue paseado a hombros por los aficionados. El mismo año conoce a
Carmen Amaya, en una fiesta en La Venta de Antequera, quién le
contrata para grabar en Barcelona la canción de su película María de
la O. Continuó participando en reuniones y en 1936, actuó con la
guitarra de Melchor de Marchena, en Mairena, en una función
benéfica. Al día siguiente estalló la guerra civil, durante la cuál
siguió viviendo y cantando en Sevilla.
A través del guitarrista Esteban de
Sanlúcar, realizó su primera grabación en 1941. Seguidamente figuró
en la compañía de Juanita Reina y en el ballet de Pilar López,
durante los años 1943 y 1944. Pastora Imperio le contrató, en 1945,
para actuar en su venta La Capitana, de Madrid, alternando con
Juanito Mojama, Niño de la Calzada, Jose Cepero y otros artistas. A
continuación pasó al colmao Villa Rosa y al cabaret Samba. A finales
de los años cuarenta, participó en el espectáculo de Carmen Amaya,
en el Teatro Fuencarral. En 1950, es contratado para hacer una gira
por Europa con el ballet de Teresa y Luisillo, recorriendo Bélgica,
Alemania y Gran Bretaña, y más tarde parte de Africa, realizando en
Tánger una grabación discográfica. Al llegar la época de los
tablaos, actuó en El Duende, de Madrid, para pasar después al ballet
de Antonio, en el que permaneció varios años recorriendo Europa,
América, África y Asia.
Abandonó el cante para bailar a finales de los años cincuenta, y en
1962, en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, se le
otorgó la Llave de Oro del Cante, que recibió de manos de Antonio,
en el Alcázar de los Reyes Cristianos, con tal motivo recibió el
primer homenaje de su vida, organizado por la Cátedra de
Flamencología, en Jerez, en un festival con la participación de
destacados artistas y de los poetas Ricardo Molina, Antonio Murciano
y Manuel Ríos Ruiz. Desde entonces se empeñó en revalorizar el cante
y llevó a cabo una serie de grabaciones antológicas. Participó en
los festivales andaluces como primerísima figura y publicó, en
colaboración con Ricardo Molína, el libro Mundo y formas del cante
flamenco. La Cátedra de Flamencología, que le había nombrado
presidente honorario en 1959, le concedió el Premio Nacional de
Cante, en 1971 y del Disco en 1966. En su pueblo natal se fundó la
Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena y numerosas peñas flamencas,
algunas extranjeras, llevan su nombre. Fueron muchos los homenajes y
las distinciones que recibió durante los años sesenta y setenta,
culminados con la imposición de la Medalla del Trabajo y la Medalla
de Oro de las Bellas Artes. En 1976, la Universidad de Sevilla,
publicó su libro Las confesiones de Antonio Mairena, en edición
preparada por Alberto García Ulecia, e igualmente publicó artículos
en prensa y revistas especializada. Poco antes de su muerte,
realizó su última grabación en disco, a beneficio de los artistas
flamencos de la tercera edad. Hijo adoptivo de Sevilla, murió en
esta ciudad el día 5 de septiembre de 1983, a consecuencia de un
ataque cardíaco, siendo trasladado su cadáver a Mairena de Alcor,
donde fue instalada la capilla ardiente y donde tuvo lugar su
entierro, al día siguiente, con la presencia de los presidentes de
la Junta de Andalucía y del Parlamento Andaluz, delegado del
gobierno en Andalucía, numerosas autoridades, artistas Flamencos y
aficionados, que formaron un cortejo de varios miles de personas. El
Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía le concedió
póstumamente el título de Hijo Predilecto de Andalucía, "por su
trabajo, que ha marcado un hito fundamental en la historia de la
cultura andaluza". Tras su muerte, lo mismo que en los últimos
años de su vida, Antonio Mairena, fue objeto de numerosos homenajes,
destacando entre ellos, el que tuvo lugar en el Teatro del Círculo
de Bellas Artes de Madrid, el 16 de Enero de 1984, organizado por la
citada entidad y la Dirección General de Música del Ministerio de
Cultura, con asistencia de su titular y participación de los
siguientes artistas: Pepa Montes, Curro de Triana, Chano Lobato, El
Chaquetón, Fernanda de Utrera, Fosforito, Manolo Heras, José Mercé,
El Lebrijano, Manolo Mairena, La Perrata, José Menese, Juan Carmona
(hijo), Enrique de Melchor, Juan y Pepe Habichuela, Ricardo Miño,
Oscar Luis, Pedro Peña, Perico del Lunar, Juana la del Revuelo y
Paco Valdepeñas. Los ingresos de este espectáculo fueron destinados
a beneficio de los artistas flamencos de la tercera edad.
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