Antonio Fernandez "Fosforito"
     
 Algunas  consideraciones y datos sobre su concesión
 
UNA BREVE REFERENCIA HISTÓRICA SOBRE LAS LLAVES
          La “Llave de Oro del Cante Flamenco” ha sido un trofeo mítico por su historia y por su significado. Ha supuesto el reconocimiento máximo que se le ha hecho a un artista para  convertirse en el depositario de toda la grandeza del cante, siendo capaz de defenderlo, en vida, con la máxima autoridad y dignidad. ¿Por  qué la Llave?. No sabemos las razones por las que se eligió este símbolo pero pueden adivinarse. La llave cierra y abre un espacio. El que posee la llave tiene poder y autoridad en ese ámbito. La llave  se concede a quien es digno de poseerla para que sea el depositario de lo que  se custodia en ese entorno que  es el cante flamenco en toda su pureza. Lo de oro se entiende por la nobleza y riqueza de este metal. La Llave se convierte así en un trofeo único, fabuloso, inalcanzable, que sólo unos cuantos elegidos lo han obtenido. Su historia está llena de incógnitas, de contradicciones, incluso de manipulaciones... pero ahí sigue con su mito de grandeza y con su  representación, además de su polémica.  La historia de las Llaves de Oro del Cante es bien conocida por lo que sólo vamos a apuntar unos datos que nos ayuden a entender  mejor el presente.
            La adjudicación de las dos primeras Llaves, no dejó de ser una mera anécdota, aunque la historia posterior la haya magnificado. La primera, a El Nitri, nacido en 1850,  la concedió un grupo de aficionados, en el año 1868, según la versión más divulgada, en el Café Sin Techo, de la desaparecida calle Siete Revueltas de Málaga. La segunda, a Manuel Vallejo, en 1926, en el Teatro Pavón de Madrid, fue la ocurrencia de un empresario por motivos espúreos, siendo Manuel Torre un mejor candidato. Ambas pasaron a la historia del flamenco con una aureola de hermetismo y de leyenda.
            La tercera Llave  se adjudicó a Antonio Mairena, en 1962, en Córdoba, en el III Concurso Nacional de Cante Flamenco, organizado bajo la dirección de Ricardo Molina, siendo un Jurado prestigioso el que la concedió. Hubo una mínima y simulada competencia de cantaores que fueron contratados, sabiendo de antemano cual sería el resultado. Entre ellos estaban “Chocolate” y “Fosforito” que fue el único contrincante serio. Ni que decir que Antonio Mairena la llevó muchos años con dignidad y prestigio, hasta su muerte en  1983. El mundo flamenco lo aceptó, reconociendo la autoridad del maestro Mairena considerándose, también, el carácter vitalicio de la Llave.
            Al poco tiempo de fallecer Antonio Mairena, Francisco Vallecillo, gran amigo suyo, que era entonces Asesor de Flamenco en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, registró, en 1984, la propiedad de la Llave a nombre de este organismo   pensándose, en aquel momento, que no se concedería más. Parte del mundo flamenco opinaba que lo mejor era olvidarse del tema, ante la dificultad de señalar al mejor cantaor. Algunos apuntaban, de vez en cuando nombres. Y entre ellos, siempre sobresalió el de “Fosforito” por su trayectoria histórica y su prestigio artístico. Y no sólo por sus reconocidos méritos y  su gran aportación para dignificar el cante a lo largo de muchos años, sino porque estaba vivo, demostrando su magisterio indiscutible y en condiciones de seguir conservando, con toda su pureza, las formas flamencas.
Hasta aquí se pensaba que la sacrosanta tradición  debía encomendar la Llave a un depositario que, en vida, la defendiera y la representara con la mayor dignidad, como lo hizo Mairena. Pero sucedió que la Junta de Andalucía, en aquel momento, se saltó la tradición y el consenso flamenco y tuvo una actuación  más bien política y propagandística. Halagando determinados ámbitos pseudoflamencos y comerciales, plenos de  emociones e intereses, concedió el mítico trofeo a un cantaor que, pese a su gran personalidad e indudables méritos, siempre fue cuestionado en los ámbitos flamencos más ortodoxos. La concesión de la IV Llave de Oro del Cante, en el año 2000, a Camarón, fallecido en 1992, parecía que no tenía mucho sentido ocho años después de su desaparición, por lo que generó, en el autentico y restringido mundo flamenco, una gran polémica por la forma, la oportunidad y el sentido de la concesión. Pero de esto se ha hablado mucho y ya es historia por lo que no insistimos más en el tema.
Cuando  había amainado el temporal flamenco surge otra vez la  discusión –esta vez muy atemperada-  al conocerse la propuesta, que hizo la Cátedra de Flamencología de Jerez, el año 2003, de la concesión de una nueva Llave para el cantaor jerezano Antonio Núñez Montoya “Chocolate” quien era uno de los intérpretes vivos más puros del cante jondo, de gran personalidad y que siempre se  mantuvo  en una línea ortodoxa. La valía y los méritos de este cantaor –desgraciadamente fallecido en 2005- eran bien conocidos por todos. Pero es que las propuestas de concesión de la Llave de Oro del Cante para  Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, se han venido sucediendo desde que falleció  Antonio Mairena, por peñas, entidades y congresos. Era un clamor que venía de antes y que estaba muy justificado como veremos.
 
 ANTECEDENTES Y LA GESTACIÓN DE UNA PROPUESTA NETAMENTE MALAGUEÑA
 
            En realidad, el nombre de “Fosforito” ya se propuso en 1962, cuando la obtuvo Antonio Mairena. Por tanto, viene de muy largo la insistencia. Entonces, era  joven aunque ya demostró su sabiduría al ganar, en 1956, todos los premios del Concurso Nacional de Cante Flamenco de Córdoba. El mismo aceptó, sin reservas, el magisterio indiscutible de Mairena que luego le disputó limpiamente, y con profesionalidad, en los escenarios, hasta el punto de que el Maestro dijera alguna vez de él “que cantaba mejor que los gitanos”.
            No vamos a desarrollar ahora el currículo flamenco de “Fosforito”, conocido por todos los buenos aficionados. Ha obtenido los Premios más importantes del país, el último de ellos el Premio Pastora Pavón (1999) de La Junta de Andalucía. Los homenajes que recibió últimamente fueron múltiples y apoteósicos, destacando el del Festival Nacional del Cante de las Minas y el del Cuartel del Conde Duque, en Madrid, ambos en 1999, y que empezaron  a preparar el asalto definitivo a la Llave.
            El recuerdo y la solicitud del preciado galardón para “Fosforito” se ha hecho en muchos lugares pero, sin duda, sin la insistencia y  la organización que  demostró Málaga. Aquí vive “Fosforito” desde hace muchos años, siendo su mujer, Maribel, sus hijos y sus nietos nacidos en esa ciudad acogedora. En Málaga es querido y respetado en sus Peñas Flamencas y allí tiene muchos y buenos amigos. Algunas entidades y asociaciones, radicadas en Málaga, supieron, esta vez, recoger el clamor de la afición flamenca. Unificando criterios se  planteó bien tema, se tomó la iniciativa y se realizó una propuesta firme, recogiendo peticiones y propuestas de organismos, entidades, asociaciones y peñas para encauzarlas, en una solicitud formal, a la Junta de Andalucía. Aquí se encontró, también, una persona providencial en la figura del Presidente de la Diputación, Salvador Pendón, gran aficionado y entendido en el flamenco, que  sirvió admirablemente de correa de transmisión en todo este proceso. El trabajo aplicado y el tesón de la “Málaga cantaora” merece ser recordado, al menos en estos últimos años, para la posteridad:
-   En mayo de 2002, el Centro de Cultura Andaluza y la Asociación para el Fomento de Congresos y Actividades Flamencas, radicadas ambas en Málaga, organizaron un Congreso de Asociaciones, Entidades y Peñas “Fosforito” con el lema “Fosforito, artista universal”. Entre sus conclusiones figuraba la de instar la concesión  de la Llave de Oro del Cante Flamenco para el artista. A partir de este evento se puede decir que empiezan las acciones decisivas que conducirán a la concesión de la Llave.
-  En julio de 2004, Salvador Pendón, que  lleva  tiempo dándole vueltas al tema, entrega al pleno de la Diputación la propuesta que hace Málaga, para que se conceda la Llave de Oro del Cante a “Fosforito”. Al tiempo, envía a todas las Diputaciones una petición de adhesión, buscando los apoyos necesarios.
- En el Congreso de Actividades Flamencas celebrado, en setiembre de 2004, en Mairena del Alcor, la Junta Directiva de la Asociación para el Fomento de Actividades Flamencas (AFCAF), presentó a la Mesa del Congreso, para que se sometiera al Pleno,  la propuesta  de solicitar para “Fosforito” la Llave de Oro del Cante, lo cual se aprobó de forma unánime  por  todas las entidades y personas asistentes. Asimismo, la Asociación Nacional de Críticos, Escritores  e Investigadores de Arte Flamenco, presentó a la Mesa del Congreso una propuesta similar adhiriéndose a la concesión de la Llave a “Fosforito”.
-  El Presidente de  la Diputación, Salvador Pendón, que ya tiene una idea clara de lo que quiere hacer, contacta con Gonzalo Rojo, que está ocupado de los pormenores del Congreso, para que se movilice, prepare documentos  y busque adhesiones.
- La Fundación y el Centro de Cultura Andaluza, de Málaga, reunidos su Patronato y su Junta Directiva se adhieren y se suman a las propuestas del Congreso de Mairena del Alcor presentando, además, un dossier consistente en un tomo de las Conclusiones del “Congreso Fosforito”, organizado en Málaga, en 2002, por esta Asociación y dos tomos conteniendo documentos escritos y gráficos, artículos y trabajos sobre la trayectoria y obra del artista.
- Enseguida, se suman a la propuesta de la Diputación de Málaga, la Diputación de  Sevilla, después las de Córdoba, Jaén, Granada  y, posteriormente,  los Ayuntamientos de Córdoba, Valdepeñas y su pueblo Puente Genil.
 -  La Confederación de Peñas Flamencas de Andalucía, presidida por Alfredo Arrebola, en su Junta celebrada en Antequera, se adhiere a la propuesta que ya está en marcha e insta  la concesión de la Llave a “Fosforito”, como una vieja aspiración de esta entidad.
- La  malagueña Peña Flamenca “Juan Breva”, una de las más prestigiosas y con más solera del país, además de ser la más antigua, se sumó desde el primer momento, a la petición de que “Fosforito”, consiliario perpetuo de la Peña,  era merecedor de la Llave.
- Las entidades de su pueblo también  se reúnen y envían sus escritos de adhesión en nombre de la Peña Flamenca “Fosforito” de Puente Genil, la Gran Peña “Frasquito de Puente Genil” y la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid.
- Se van recibiendo las adhesiones de todas las “Peñas Fosforito” de España y  de otras muchas más de Andalucía y del resto del país.
- A finales de diciembre de 2004, el proceso está en marcha, liderado por Málaga. Salvador Pendón declara que su deseo es que la Llave se entregue durante la Bienal “Málaga en Flamenco”, en octubre de 2005. Se conoce que la Junta de Andalucía es muy receptiva y ve con buenos ojos estas propuestas
            - La Fundación y el Centro de Cultura Andaluza, que preside el abogado Pablo Franco y la Asociación para el Fomento de Congresos y Actividades  Flamencas, que preside el periodista y flamencólogo Gonzalo Rojo, radicadas en Málaga, son las que dieron el impulso final propiciando y desarrollando convenientemente la propuesta. Ellos son los que proporcionaron a la Diputación de Málaga  un extenso y bien estructurado dossier, justificativo de la concesión de la Llave a “Fosforito”, que la propia  Diputación  completó.
            - Se trata de una tarea concienzuda, de un trabajo bien hecho, desarrollado con cariño y admiración hacia quien se considera, con toda justicia, que debe ser el digno depositario de las más puras esencias del arte flamenco. En esta ocasión, puede decirse que las cosas han funcionado de otra manera. La democracia flamenca, por así decirlo, ha actuado ahora bien   porque se han recogido peticiones y solicitudes de numerosos entes:peñas flamencas, asociaciones, entidades y organismos diversos, entre ellos Diputaciones y Ayuntamientos, que la Diputación de Málaga hizo llegar, formando parte de un completísimo dossier, a la Junta de Andalucía, proponiendo la concesión de la Llave.
-  Hay que señalar que, a pesar de ser  “Fosforito” cordobés, y según él “tener su corazón repartido entre Córdoba y Málaga”, sin embargo, es un hecho la escasa iniciativa que tuvieron, últimamente, las instituciones cordobesas en torno a la concesión de la Llave de Oro del Cante al que es Hijo Adoptivo de la ciudad, desde 1981. Hace tiempo, desde Córdoba, se hicieron algunas propuestas que, por entonces, no tuvieron relevancia. Así como Málaga  condujo, en todo momento, el proceso con seguridad, Córdoba llegó tarde y sin opciones de convertirse en la sede del magno acontecimiento de la entrega de la Llave, que habría tenido un marco ideal en el Gran Teatro, en 2006, con motivo de la edición conmemorativa de los 50 años del Concurso Nacional de Arte Flamenco de  Córdoba y del gran triunfo que entonces cosechó Fosforito.
- A principios de febrero de 2005, llega la documentación necesaria a la Junta, cuyo trabajo ha sido cauto y laborioso.  El dossier enviado por Málaga fue estudiado, analizado y completado “con rigor”  -según expresó la Consejera Rosa Torres-  durante bastantes meses. Se sabe que se consultó a especialistas, aficionados e instituciones diversas. Una Secretaria de la Junta llamó a “Fosforito” solicitándole unos datos para un Informe que estaba redactando el periodista Manuel Martín. El periodista Gonzalo Rojo, también viajó a Sevilla como asesor. Se iba sabiendo que el tema estaba maduro y que pronto se produciría la gran noticia
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EL CONSEJO DE GOBIERNO ANDALUZ CONCEDE LA LLAVE
 
            Pasaron meses y llegó el verano. La Consejera de Cultura, Rosa Torres,  en un acto de cortesía, comunicó  a ”Fosforito”, la noche del 25 de julio, la buena nueva. El día 26 se conoce el acuerdo del Consejo de Gobierno andaluz por el que se concede la Llave de Oro del Cante Flamenco a Antonio Fernández Díaz “Fosforito”. Al día siguiente, la prensa se hizo eco de la noticia con amplias informaciones, sobre todo la de Málaga y la de Córdoba. 
            La Junta de Andalucía ha valorado “la labor de dignificación y universalización del flamenco “, desarrollada por el artista  “la relevancia de sus aportaciones creativas y su contribución a la revitalización de  estilos en desuso”, reconociéndolo  como  “maestro indiscutible entre sus compañeros  de profesión”. En este acuerdo del Consejo de Gobierno  también se resalta “el valor de la obra discográfica de Fosforito que evidencia su dominio de todos los estilos y cultiva una multitud  de variantes, muchas de ellas producto directo de su creatividad, que hoy son referencias indispensables para los aficionados”.
Otra consideración  oficial es la influencia que el artista ha ejercido en muchos cantaores y en la misma afición, ya que en la década de los 60 y 70, el ser “fosforero” era garantía de buen aficionado al cante.  El mismo “Fosforito” lo ha señalado en una entrevista que le hicieron en el Día de Córdoba (27- 7- 05): “Creo, honestamente, que lo mismo que hay una escuela de Caracol, de Marchena y, a su manera, de Camarón , también existe una “escuela fosforera”, que otros cantaores han seguido y ampliado por su cuenta... Yo ayudé, en sus primeros, pasos a Camarón, a Aurora Vargas, a Carmen Linares, a José Mercé... He recuperado cantes, he dado estilo y creado formas sin perder el fondo. Si tengo que destacar un mérito, tal vez he demostrado que se puede  crear, por ejemplo, en una seguiriya, sin salirse de la seguiriya”
El mismo día que se conocía oficialmente la noticia de la concesión, Salvador Pendón, en rueda de prensa,  adelantándose a todos ya piensa que la Llave se pueda otorgar en la Bienal “Málaga en Flamenco” que se está preparando,  y que comenzaría a mediados de septiembre. El 24 de agosto, el diario SUR de Málaga  plantea el tema claramente diciendo que la entrega de la Llave de Oro del Cante a “Fosforito” es un “gran acontecimiento cultural para Málaga y como tal pretenden tratarlo las instituciones de la ciudad adoptiva del cantaor”. Y así, se informa que Diputación Provincial ha propuesto a la Junta incluir esta entrega como uno de los actos estelares de la Bienal “Málaga en Flamenco” y señala  el próximo 11 de octubre en “el más distinguido  de los escenarios de la provincia”, el Teatro Cervantes. Además, “no se ha programado ningún acto ese día”  ante la posibilidad de entregar la Llave a “Fosforito”, apostilló Salvador Pendón. Poco tiempo después se conocía la decisión de la Junta de aceptar la propuesta de Málaga

 

EL ACTO SOLEMNE DE LA ENTREGA DE LA LLAVE DE ORO DEL CANTE A “FOSFORITO”, POR EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO ANDALUZ, MANUEL CHAVES
 
  El histórico Teatro Cervantes de Málaga fue el escenario de la mítica distinción en forma de Llave de Oro. El día 11 de octubre de 2005, desde mucho antes de las nueve de la noche, hora de comienzo del acto, un numeroso público se congregaba en la plaza  Ramos Marín que está delante de su fachada principal. La gente iba vestida de fiesta, trajes oscuros, gasas, tacones, ropa elegante  para acompañar la noche de  gala. Había  una amplia  representación de peñas flamencas, sobre todo las que llevan el nombre de “Fosforito”. Entre las autoridades políticas, el Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; los Presidentes de las Diputaciones de Málaga y Córdoba, Salvador Pendón y Francisco Pulido; el Concejal de Festejos de Córdoba, Marcelino Ferrero; el Delegado del Gobierno andaluz, José Luís Marcos; el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna; el Presidente de la Confederación de Peñas Flamencas de Andalucía, Alfredo Arrebola; el Alcalde de Puente Genil, Manuel Baena, con varios de sus Concejales. El Presidente de la Peña “Fosforito” de su pueblo, Cristóbal  Pérez  y otros paisanos  charlaban animadamente esperando la hora.
Mientras, se producía una rueda de prensa, previa al acto, en la que “Fosforito” acompañado por la Consejera  de Cultura, Rosa Torres, expresó la felicidad que sentía, el orgullo de tener tal distinción  y la responsabilidad que, a partir de ahora, tendría. A preguntas de los periodistas dijo que decidió hacerse cantaor “porque no podía ser otra cosa” explicando así su aseveración: “No se crean los flamencos que me deben nada. Todo empezó como una necesidad física  en la postguerra horrorosa de los años 40, para un chiquillo de ocho años  de una familia humilde de artista,, y se convirtió en una necesidad vital cuando entendí la necesidad de expresar las penas y las alegrías y de compartir los afectos”. Siguió expresándose con sinceridad: “Sé que este premio es un hecho histórico que trasciende, pero no dejaré de ser quien soy... Seguiré tomando mi cafelito con leche y mis tostadas de aceite de oliva  y seguiré siendo amigo de mis amigos”.  Retirado ya, parcialmente, del cante expresó que dedicará su tiempo “a los amigos y la familia, fundamentalmente, pero también a leer, escribir, tocar la guitarra y dar algunos cursos y conferencias”.  Contestó  a muchas más preguntas, le hicieron fotos y las cámaras de las televisiones no pararon de filmar.
 En la calle, donde también se veían muchos artistas, el ambiente era cálido e irrepetible. Entre ellos estaban Cristina Hoyos, Antonio “El Pipa”, Matilde Coral, Chano Lobato, Mario Maya, Calixto Sánchez, Diana Navarro, Bonela Hijo, Antoñita Contreras, Antonio Soto, Pepe Habichuela, Nano de Jerez, Esperanza Fernández, Antonio Carrión, Mariquilla, Paco Mora, José de la Tomasa...Un revuelo ante la llegada del  Presidente  Manuel Chaves  y la gente comenzó  a entrar en el recinto.
 El solemne acto fue presentado por  el crítico y periodista Manuel Martín Martín.
Una proyección videográfica sobre la vida de “Fosforito” fue lo primero que presenciamos y en la que echamos de menos más testimonios de artistas que casi estuvieron centrados en Juan Habichuela, su hijo Antonio Carmona y Ramón de Algeciras.
            A continuación, el periodista y flamencólogo Gonzalo Rojo, Presidente de la Peña Juan Breva, a quien tanto se debe para que este evento haya llegado a buen puerto, realizó una semblanza, muy bien construida,  de “Fosforito”  a quien tan bien conoce. Con su voz rotunda, radiofónica, hizo un discurso “de estilo barroco y repleto de lirismo”- como comentó un colega suyo-, en el que plasmó, de forma magistral, la  personalidad flamenca y humana del cantaor. “Expresó su cante –dijo- sin estar sometido a otra norma rigurosa que no fuese la tradición”. Lo calificó de “figura irrepetible”,  señalando que de “sus vibrantes cuerdas vocales, en estos momentos en ralentí de sosiego, tenemos el recuerdo imperecedero de noches de gloria por todos los escenarios de España”, añadiendo que “ha sido la restauración viva y entrañal del verdadero gesto clásico del cante jondo”
            Seguidamente, tomó la palabra el poeta cordobés afincado en Málaga, Director del Centro Andaluz de las Letras, Pablo García Baena, Príncipe de Asturias de las Letras. Leyó un artículo suyo de cuando “Fosforito” ganó, en 1956, todos los premios en el Concurso Nacional de Cante de Córdoba y que se publicó en la revista malagueña “Caracola”. No nos resistimos a recordar algunos párrafos:
“No te conoce nadie. No. Pero yo te canto. Así el cante grande, que tiene de función de iglesia más que de jolgorio, el cante jondo, raro ya hasta en la misma Andalucía, difícil de escuchar -¿los señores saben escuchar?- y desconocido para esa inmensa minoría selecta, ha tenido su festival en Córdoba, Segundo Gran Concurso Nacional de Cante Jondo... Y un llanto antiguo y hondo, como de agua lagrimeante abriéndose paso entre las rocas, surgió de la garganta de Antonio Fernández, “Fosforito”... Si volvemos al viejo tema lorquiano de la musa, el ángel y el duende, la voz de “Fosforito” pelea broncamente –como Jacob- con el ángel del frío, esquiva con gracia el plegado armonioso de la musa y se entrega tronchada, balbuciente, enfebrecida, al deseo negro del duende. Ni la pena, ni el llanto, ni la pasión, ni la muerte tienen un grito, un quejido, un suspiro, que no se encuentren dispersos o en equilibrio en el cante de Antonio. Voz del silencio. Y él como un espada plantado ante el oscuro ímpetu mugiente del toro, manda y dirige envolviéndose en la roja capa lagartijera de las soleares, clava las finas banderillas de ayer de la caña,  hunde el envenenado estoque lunar de la seguiriya”. El lírico recuerdo de García Baena fue escuchado con verdadera reverencia.
El protocolo del acto continuó con la lectura que hizo la Secretaria General Técnica de la Consejería de Cultura, Lidia Sánchez Millán, del Decreto por el que el Consejo de Gobierno  andaluz concedía la Llave de Oro del Cante, expresando que “recogiendo la opinión de aficionados, especialistas e instituciones, el Gobierno andaluz subraya con este galardón el papel de “Fosforito” como maestro indiscutible entre sus compañeros de profesión. De hecho, ha sido el cantaor que más veces ha encabezado las listas de posibles candidatos...”  A pesar de que un Decreto es un texto legal, en este caso abundaron los pormenores técnicos justificativos  de la decisión: “Algunos de los cantes recreados por “Fosforito” son el polo, que popularizó a partir de 1956, el zángano, la debla y el taranto de Almería. También destaca su aportación a los estilos malagueños, las variantes mineras, los cantes de temporada y las soleares apolás, cantiñas y tangos de Triana y Cádiz” .
Y llegó el momento cumbre y más esperado de la noche. Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, apareció en el escenario entre grandes aplausos con el Presidente Andaluz, Manuel Chaves que le hizo entrega solemne de la V Llave de Oro del Cante entre el fervor de un público entregado. Antonio la brindó a su gente y lo primero que dijo es “De esta Llave todos los flamencos de mi cuerda tienen un pedacito” y también que “nunca he luchado por ningún oro, he luchado conmigo mismo siempre al límite de mis fuerzas”. Relajado y contento, improvisando su emotiva alocución, dijo que era consciente de que “la Llave es un símbolo que perpetua mi nombre en la historia del flamenco” y, también, que es “algo tan grande que es difícil de comprender”,  pero advirtió que él seguirá siendo el mismo de siempre y  amigo de sus amigos. Se refirió, de manera emotiva,  a algunos momentos de su carrera artística, entre ellos, sus difíciles inicios como artista “en los infames años de las postguerra”  terminando su intervención con  un sentido recuerdo a su esposa Maribel: “Sin ti no hubiese sido lo que soy”
Cerró el acto el Presidente Manuel Chaves que muy distendido y cordial recordó en su alocución los inicios de “Fosforito” en su tierra natal y su amplia experiencia por los escenarios de medio mundo. Dijo que “es un cantaor genial que luchado por la dignificación de la profesión” y en otro momento “que hace grande todo lo que canta”  siendo un artista  “genial e irrepetible que siempre se ha entregado a fondo  y ha dado el corazón a jirones . Justificó las razones que han llevado al Consejo de Gobierno de la Junta a concederle la Llave y expresó que ”Fosforito es un referente y las nuevas generaciones deberán acercarse a él para aprender de su experiencia”.  Terminó anunciando que ésta es la última Llave de Oro del Cante que se concede porque a partir de ahora el galardón se denominará Llave de Oro del Flamenco y podrá entregarse tanto a cantaores, como bailaores o guitarristas.
 El acto finalizó con la actuación del guitarrista Vicente Amigo que dedicó su concierto a “Fosforito” con el título de “Una guitarra para el maestro”. Aunque fue una actuación sobresaliente nosotros, y otros aficionados, echamos de menos  no haber terminado la noche, escuchando buen cante en las voces de los pocos que van quedando contemporáneos del maestro “Fosforito”.
            El espléndido acto oficial terminó. Las autoridades se fueron despidiendo  Pero la gente tenía  ganas de continuar y celebrarlo de forma más distendida. Diversos artistas se reunieron en el restaurante” El Chinitas” a cenar y después se fueron a “El Tablao”, en la Malagueta, donde hubo fiesta grande e improvisada. Allí estaban Mario Maya, “Habichuela”, José de la Tomasa, Antonio “El Pipa”, Manolo Franco, Antonio Carrión y Niño Pura. A ellos se sumaron las cantaoras malagueñas Virginia Gámez y Rocío Bacán y los guitarristas José Antonio “Chaparro”, Andrés Cansino y José Luis Lastre. La noche flamenca a cuenta de la V Llave, dicen que fue memorable
Otro numeroso grupo  se reunió en la  sede de la Fundación y Centro de Cultura Andaluza, que preside el abogado Pablo Franco,  a la que pertenece “Fosforito” donde él quiso invitar a sus amigos más íntimos. Allí no hubo fiesta flamenca sino charla amena y amigable en torno al feliz acontecimiento, brindis y abrazos recibiendo  algunos homenajes más. Y así, Marcelino Ferrero, Concejal del Ayuntamiento de Córdoba, leyó una carta de la Alcaldesa Rosa Aguilar y le entregó el distintivo de oro de la Corporación; Miguel Terrino Vargas, representando a la Federación de Comunidades Andaluzas de Cataluña (FECAC), también leyó un escrito adhiriéndose al acto. Estaban presentes Matilde Coral y su esposo, el Presidente de la Peña Juan Breva, Gonzalo Rojo, el ex-alcalde de Córdoba Antonio Alarcón; el Secretario de la Asociación Nacional de Críticos, Investigadores y Escritores Flamencos, Francisco González; el flamencólogo,  Manuel Herrera Rodas; el crítico flamenco, Francisco Moyano; representantes de muchas Peñas “Fosforito”, el cantaor   Julián Estrada; su amigo Juan Ortega con un grupo de paisanos. “Fosforito”, se encontraba feliz con sus amigos y con toda su familia, disfrutando de la alegría y los afectos de la gente que bien lo quiere.
 
CONSIDERACIONES FINALES
 
            La Llave de Oro del Cante está ya en poder de “Fosforito”. Se ha hecho justicia y el mundo flamenco está satisfecho y respira tranquilo porque considera que su  trayectoria profesional  es impecable y su extraordinaria discografía sigue siendo luz y guía del universo flamenco. Sin duda, custodiará la V Llave con la  autoridad y dignidad  que sigue demostrando en sus selectas actuaciones,  que complementa con  charlas y conferencias del máximo interés. El Maestro “Fosforito” es, además, un estudioso e investigador del flamenco, un letrista de gran hondura y un conocedor de la técnica de la guitarra. Su autoridad y magisterio  son indiscutibles para seguir influyendo en el flamenco
            Para Málaga y su afición flamenca  resulta muy gratificante que este evento  llegara a buen puerto-¡nunca mejor dicho!- y que la Llave se haya entregado  aquí, formando parte de ese gran acontecimiento o bienal denominada “Málaga en flamenco” que se ha desarrolló con gran éxito, durante dos meses, de septiembre a  noviembre de 2005. Málaga, además, queda registrada con gloria en la historia del flamenco ya que  concedió la I Llave, en 1868, y ha concedido la V y última, en 2005, con lo que  cierra un largo ciclo de la flamencología.
  Se ha repetido, hasta en las coplas, que “las puertas del cante, ni se cierran ni se abren” y, es cierto, puesto que la grandeza del cante no cabe en un espacio constreñido. Pero, también, es verdad que cuando se acierta en designar un buen custodio, el cante se siente  más  seguro, en toda su pureza y plenitud, los aficionados se consideran satisfechos y la autoridad concesionaria puede decirse que ha actuado con objetividad  y respeto. Antonio Fernández Díaz,”Fosforito”, se siente orgulloso porque, además, ha conseguido que la polémica de la Llave se acalle y su futura concesión como Llave de Oro del Flamenco, se contemple, ahora, más normalizada. Ojala la mantenga en su poder largos años.
Al Cante Fosforito 
              
Detalle de las fotografías según orden de aparición a partir de Fosforito con la Llave de Oro del Cante
1 - Fosforito con la Llave de Oro  2- Con la Familia en pleno  3 - con D. Manuel Chaves (Presidente de la Junta de Andalucía) 4- con D. Salvador Pendón (Presidente de la Diputación de Málaga) 5- con Jesus Asensi (Autor del Articulo) 6- Jesús Asensi con el Nieto de Fosforito 7- con Rosa Torres, Cristina Hoyos Jose Luis Marcos (Delegado Gobierno) 8- Asensi, Gonzalo Rojo y Herrera y varias personalidades mas del flamenco y amigos del genial Maestro Fosforito

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                                               La V y última Llave de Oro del Cante

                                                                          

 

 

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