Novernaculos
 
 
 
 
 
 
Rafael El Moreno         La Repompa           Cojo de Málaga              La Pirula
 
 Cantes No Vernáculos
    No de menor interés e importancia son los cantes que integran el segundo grupo establecido: los que no procediendo de raíz malagueña han adquirido, por obra de sus creadores, carta de naturaleza malagueña. No tienen ninguna relación con la familia de los cantes vernáculos; ni siquiera ellos se relacionan entre si.
   Los cantes malagueños no vernáculos han llegado a ser nuestros por cualquiera de estos dos motivos; porque su creador sea malagueño o porque el pueblo de Málaga los haya acogido con su autor y cultivado con intensidad casi acaparadora. Así ocurrió con los de Rafael Moreno y Macandé. El primero, uno de los mejores y más completos cantaores habidos al decir de los que le escucharon, fue creador de cantes por soleá, de las que tenia un extensísimo repertorio, acabando por adquirir a fuerza de cultivar su afición y su peculiar estilo, una  modalidad propia. De ella son muestra los cantes por soleá que conocemos con las letras En la Habana hice una muerte... y Correo de Vélez.
   El Moreno es apodo. Él se llamaba Rafael Rico Gregoria y bahía nacido en Jerez. Pero vino aquí a Málaga de joven, aquí cantó y aquí murió, dejando en Málaga su descendencia y su herencia artística, que cuida con orgullo y con esmero.
   Gabriel Díaz, Macandé tampoco había nacido en Málaga, era gaditano. Vivió aquí, en el Perchel, muchos años. Murió en Cádiz internado en un manicomio. Era un artista genial, extravagante, de unas aptitudes de cantaor insuperable. Creó un estilo de fandango por soleá o fandanguillo muy original. Y dignificado. Su cante, conmovedor, era un látigo y terminaba con un restallido a las entrañas del que  escuchaba. Fue además un cantaor completísimo por siguiriyas, martinetes y tonás, con ocasión de vender caramelos por las calles sacó un pregón basado en un aire praviano que cantaba con tanto duende como si del más puro cante flamenco se tratara.
   Joaquín Vargas, el Cojo de Málaga, fue, cosa rara en un gitano, un especialista de los cantes de levante, llegando a tener autenticas creaciones por tarantas, mineras y murcianas. También cultivó con éxito y originalidad dos tipos de fandango, dejando con su estilo interpretativo una escuela de fandangos del Cojo de Málaga, son éstos uno conocido por el nombre de su propagador Pérez de Guzmán ("con cuatro jacas castañas"), y otro, de indudable corte malagueño, que empieza con "Rubia la mujer primera".
   Después de haber pasado su vida en la malagueña calle de Los Negros entre cuyos humildes vecinos repartió el bien a manos llenas, se marcho Joaquín a Barcelona donde murió.
   Quizá el cante de más fuerte adscripción a la personalidad de su creador sea el de Piyayo, gitano malagueño de vida pintoresca y padecida cuyo verdadero nombre fue Rafael Flores Nieto. Se trata de un tango ligero e irregular que aglutina por igual ecos de carceleras y de guajira, lo mismo lo empleaba su autor para cantar escuetas letras de carceleras que para ensartar largos romances, sin que con ello perdiera nada de su esencia. Se acompañaba el mismo a la guitarra, improvisando constantemente. También las letras eran casi siempre compuesta por él, y resulta curioso el uso frecuente que en este menester hacia de la composición métrica "décima o espinela". Veamos algunos ejemplos.
 
      * Letra tipo carcelera
 
             Adiós patio de la cárcel
               rincón de la barbería
            que al que no tiene dinero
             lo afeitan con agua fría
 
       * Décima
 
              Cuando mis "ojito" abrí
             entre la noche y la aurora
              una bandera española
              fue lo primero que vi.
             también vi cerca de mi
             la linda flor de la yedra
             cuyo nombre me recuerda
           y es cierto que no me engaña
              que era Cuba sin España
               una sortija sin piedra
 
   Viene este cante a ser, conforme decíamos, trasunto de la vida de su creador, que por ser gitano lleva el tango en la medula de sus huesos, que por haberse pasado parte de su vida privado de libertad, conocía bien varios penales y muchas veces se había lamentado cantando a la usanza de los gitanos reclusos, y que por haber vivido como soldado la guerra de Cuba se trajo de allí, pegado como miel de caña el aire guajiro.
   Por todo ello, lo mismo que no se da a este cante el nombre de carcelera ni guajira tampoco debe llamársele tango, pues, aunque el tango es su base, emplea el Piyayo este compas con gran anarquía, haciéndole perder muchas de sus propiedades.
   Cante del Piyayo es su nombre, no tango del Piyayo, ni mucho menos tangos de Málaga, ya que, como hemos visto, ni es propiamente un tango ni, por otra parte, seria el único de Málaga.
   Los verdaderos tangos de Málaga son los de la Repompa. De bien definido estilo, reposados, cadenciosos y con empaque de tientos. Su creadora, Enriqueta Reyes, La Repompa, fallecida tempranamente, siguió con ellos la línea que ya había marcado su maestra La Pirula, otra gitana, también desaparecida en la perchelera calle La Puente, y forjadora de una estirpe de grandes artistas.
   Con los tangos de la Repompa llega a su madurez toda una escuela de tangos de Málaga que supone una reciente realidad de gran interés para la afición de dentro y de fuera.
   A diferencia de los vernáculos, estos cantes que acabamos de estudiar se han gestado en ambientes urbanos, en la misma capital, barrios bajos y sectores eminentemente flamencos; lo que explica que, a excepción de Rafael el Moreno, sean gitanos sus creadores. Su aparición es bastante posterior al nacimiento de la malagueña, podríamos señalarla a partir de 1880.

Sonido : El Cojo de Málaga - Verdial

 

 

 

 

 
El Piyayo La Pirula con el Periodista Enrique Varela "Tranquillo"
Año 1930