Orígenes
 
 
Fiestas de los Verdiales
Fotografía de Pérez Berrocal 1979
 
   Partiendo de que el fenómeno flamenco nace con el siglo XIX en Andalucía comprobamos de que Málaga está desde el primer momento en la vanguardia de este movimiento artístico musical y popular.
   El origen del flamenco en Málaga lo hallamos en su antiguo fandango folclórico al que hoy llamamos verdiales, y que a pesar de su coexistencia con el cante flamenco, mantiene toda su naturaleza y características primitivas, sin que asombrosamente haya acusado contaminación alguna ante la voracidad flamenca. Hoy como ayer los verdiales se cantan para ser bailados y con acompañamiento de varios instrumentos de cuerda y percusión (guitarras, platillos, violín y pandero).
   Hubo sin embargo un momento en la historia de los verdiales (aproximadamente en la coyuntura formada por los siglos dieciocho y diecinueve) en el que el gusto flamenco, siempre empapado de romanticismo, fuerza una nueva manera de cantar mas lenta que se presta al lucimiento del cantaor al que ya estorban los diferentes instrumentos de la "panda" acompañante, y, erigido en divo, se desentiende del baile. Cambia el fandango su función social o folclórica por el soberbio concepto de "arte por el arte", con lo que surge un nuevo cante llamado "bandolá". Paralelamente, la guitarra lleva al flamenco sus nuevas técnicas. Ha nacido el flamenco en Málaga.
   Por aquellas mismas fechas de transición secular ya vivian Tobalo (de Ronda), las hermanas Jaberas (de Málaga) y el Planeta (de Cádiz). Y un recién nacido llamado Serafín.
   Serafín Estébanez Calderón, nacido en Málaga el 27 de diciembre de 1799, conoció muy bien el ambiente popular malagueño, lo que le permitió escribir numerosos artículos de costumbres y sobre todo aprender algunos cantes que luego daría a conocer entre sus amigos de Madrid. Y seria uno de ellos, el también escritor Mesonero Romanos, quien nos transmitiría el testimonio de haberle oído cantar las "playeras del Perchel", que siguiendo el criterio del lingüista José Caballero (jabera: "tonadilla o canción propia de marinos"), nos lleva cuando menos al cante que hoy conocemos por "bandolá de los jabegotes".
    Gracias a los datos de Estébanez Calderón publicados en su libro "Escenas Andaluzas", sabemos que por aquellos primeros años del siglo XIX eran conocidos y practicados en Málaga el polo de Tobalo, la malagueña al estilo de la Jabera y los sugerentes cantes de marineros del Perchel.
   Después adentrándonos ya en el siglo XIX, vendrían los cafés cantantes y las creaciones de artistas geniales, como los cantaores Juan Breva, El Canario o la Trini; y bailaoras como la Cuenca, que enriquecían y difundirían nuestro flamenco.
 
Sonido : Verdiales Estilo Los Montes
Titulo :  Tengo el corazón partio.